Sundance 2018: Tiempo Compartido ya tiene primeras críticas

En 2012, un cineasta con una propuesta visual y narrativa que aludía de forma muy peculiar al cine fantástico pero en un contexto más cotidiano, emergía en el panorama mexicana, su nombre es Sebastian Hofmann y gracias a su opera prima titulada Halley, se convirtió en uno de los talentos a seguir. No solamente la cantidad de tiempos transcurridos (8 años para ser precisos) es lo que separa diametralmente su segunda película en relación a la primera, sino también el relato, sus personajes, el género, el tono y la forma de producción, sin embargo, lo que podríamos decir que une a ambos largometrajes es la crítica social que subyace a la anécdota y es que, si en Halley el originario de la Ciudad de México elaboraba una oscura metáfora de la pasividad y soledad como consecuencia del enclaustramiento a través de la vida de Alberto, un “no vivo” que nos remite al cine de zombies, en Tiempo Compartido - 95%, su más reciente filme y único representante mexicano en la competencia World Cinema Dramatic Competition del Festival de Sundance 2018, ha tejido una hilarante reflexión en clave de tragicomedia sobre familias en crisis y el consumismo rampante.

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Protagonizada por Luis Gerardo Méndez, Miguel Rodarte, Andrés Almeida y Cassandra Ciangherotti, Tiempo Compartido nos acerca a la vida de dos hombres que deciden pasar dos semanas en un hotel masivo y paradisiaco, pues están convencidos de que una compañía multinacional que opera tiempos compartidos tiene un plan siniestro para arrebatarles a sus seres queridos; sin embargo, en el proceso, ambas familias atravesarán diversas crisis.

De acuerdo a una recientes declaraciones que Sebastián Hofmann realizó para el medio Proceso previo a su viaje a Park City, Utah, Esados Unidos, lugar donde se está llevando a cabo el Festival de Sundance, el director expresó que su intención era colocar a unos personajes orgánicos en un escenario artificial y qué mejor que hacerlo en un espacio donde se supone que todo es gozo y felicidad como los hoteles que ofertan tiempos compartidos. Justo ha sido en las características de su escenario y en el tono del tratamiento donde Hofmann ha decidido apuntalar su crítica al consumismo y la globalización, asimismo, aunque el tono sea más luminoso en comparación con su primera película, el director entrega un nuevo trabajo que bordea el terror encontrando esa sensación en los eventos cotidianos.

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Tiempo Compartido ya tuvo su estreno en el Festival de Sundance y ya tenemos las primeras reseñas; esto es lo que está opinando los especialistas sobre la cinta mexicana.

Frank Scheck de The Hollywood Reporter:

El director / co-guionista conjuga de forma experta una atmósfera de pavor silencioso impregnado con toques de humor surrealista como la inexplicable aparición de un flamenco. Visualmente deslumbrante (…). Pero a pesar de su pulimiento técnico y las actuaciones intensas y convincentes de sus artistas principales, Tiempo Compartido nunca logra una urgencia dramática. Los personajes se sienten más como detonantes de trama que figuras tridimensionales, los argumentos no convergen de manera suficientemente resonante y el ritmo es lento hasta el punto del tedio. La película parece estar esforzándose constantemente por dar un significado profundo que nunca logra.

Guy Lodge de Variety:

Una pequeña y desagradable pieza de rompecabezas que explora astutamente la inseguridad patriarcal y la invasión corporativa a través de unas vacaciones familiares arruinadas, la película atrapa a los espectadores con imágenes radioactivas y una lentitud espeluznante que hace que Michael Haneke e Ira Levin vengan a la mente. (…) Aunque Hofmann no entrega una recompensa digna de su premisa, Tiempo Compartido sigue siendo una provocación eléctrica deslumbrante.

Danielle Solzman de Cultured Vultures:

Tiempo Compartido es una historia de terror que cobra vida.

Jason Gorber de Dork Shelf:

Espeluznante, inteligente y cáustica, Time Share es una excelente película que se arrastra bajo tu piel al proporcionar momentos profundamente resonantes para cualquiera que haya estado sujeto a tales tonterías arrogantes de un resort. (…) El trabajo de Hoffman es a la vez maduro y eficaz, y a diferencia de tantas películas que dependen del spray arterial, las extremidades amputadas o algunas tonterías psicópatas o paranormales, su película deja con un temor duradero que no olvidarás pronto.

Alexander Ortega de Slug Magazine:

La partitura esquelética de la película penetra a través de la hermosa vibrante fotografía, cuya combinación mimetiza los conflictos de los personajes centrales entre ellos y sus seres queridos.

Nick Allen de RogerEbert.com:

La película transita dentro de la paranoia, pero es demasiado tediosa para tener un efecto duradero; incluso el complejo en sí parece funcionar demasiado mal como para preocuparse. Este declive constante es aún más decepcionante debido a la sólida producción cinematográfica y las actuaciones, de las cuales hay momentos inspiradores.

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