FICM 2017: Guillermo del Toro “La Forma del Agua es un homenaje a los marginados”

El medio cinematográfico nacional pudo ver en pase prensa La Forma Del Agua - 92%, la esperada nueva fábula del director mexicano Guillermo del Toro, proyectada por primera vez en México dentro del marco de la edición número 15 del Festival de cine de Morelia (FICM 2017), tras su paso por el Festival de Cine de Venecia, certamen en el que el mexicano obtuvo el León de Oro. No se había visto fila más larga y rostros más ansiosos por la espera de la proyección de un filme en todo el festival, en un día que se ha bautizado como el Toros’ Day dado que la jornada del 25 de octubre estuvo repleta de actividades del cineasta de obras maestras como El Laberinto del Fauno - 95%, Cronos - 89% y más. El filme cumplió con las expectativas de la mayoría de los periodistas y críticos que pudieron apreciar en todos sus colores la encantadora y triste historia de amor de una conserje muda y una criatura marina. “Esta es su obra más arriesgada” aseguraron algunos.

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Tras la proyección vino la esperada conferencia de prensa y la primera aparición de Guillermo del Toro frente a la prensa nacional. Bonachón y encantador respondió cada pregunta en la que explicó los orígenes y motivaciones de realizar una película como La Forma del Agua. Abundó en la belleza, la poesía y las referencias a la historia de La Bella Y La Bestia - 95% y a El Monstruo de la Laguna Negra - 84%:

La mitología clásica de La bella y la bestia que impregna a La Criatura del Lago Negro por ejemplo, tiene dos vertientes, la primera es la puritana, una en la que la princesita tiene que ser una princesita pura y bella, y la bestia se tiene que convertir para poder tener una vida juntos. Me parece horripilante que una historia de amor sea una historia de cambio. Para mí el amor es la aceptación de alguien desde el principio, y si no, dejar a esa persona. La segunda es una más perversa, más rarita, pero tampoco me gusta. A mí me interesa comenzar con la princesa masturbándose antes de ir a trabajar, que sea feliz, un ejercicio en el que la gente tiene practica y hasta pueden dar puntaje, hasta 9.5 (risas). El monstruo es un ente primordial que viene del agua, no es un animal, es un dios del agua, y es el reconocimiento de una esencia de ella en esa criatura.

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La historia ambientada en la década de los años 60 narra la relación entre dos personajes marginados: una criatura marina secuestrada por el servicio secreto de Estados Unidos liderado por el agente Strickland, interpretado por Michael Shannon en su versión más oscura, y la mujer que limpia los pasillos de esa instalación, Elisa (Sally Hawkins). Aquí, la princesa no es una joven bella tímida condicionada por sus padres o familia o una sociedad, es una mujer madura, muda y conserje. Sobre el radical tono que le imprimió a la película, el realizador de Titanes del Pacífico - 71%, detalló:

La fantasía siempre es política. Si presentas esta historia desde el punto de vista de los ganadores, de los científicos, del agente secreto del gobierno, entras a la puerta grande de esa fantasía. Pero si la presentas desde la perspectiva de la gente que tira la basura, que limpia los baños, la historia convencional toma otro giro más dramático. Es una película de 1962, pero de hoy. Los temas que marginan a la gente están presentes. Se habla del sueño americano de conquistar la luna, pero el racismo, el clasismo, el abuso de poder están en la historia. En el mundo la rivalidad sólo existe entre los humanos, y eso genera violencia. Estamos en un tiempo muy difícil porque ahora cuando se habla de cinismo se simula inteligencia. El odio es un veneno que te tomas para hacerle daño al otro.

Pone a escultores a crear estatuas de las criaturas que ha imaginado, y a dibujantes a diseñar ese universo. Desarrolla ampliamente el guion. Y solo entonces acude al final a un estudio, con su oferta ya avanzada: un paquete de viaje todo incluido a sus fantasías.

La película está situada en 1962 por especificidad de cómo responde ese año a la actualidad. Ves ahí en esa época se está cristalizando un sueño americano que nunca llega a realizarse: ganarle la carrera espacial a Rusia, es un momento crítico que queda plasmado como una historia de fantasía. Esta película podría abrir diciendo “Erase una vez en 1962…”, entonces la música jugó un papel primordial. Me tomó nueve meses encontrar las canciones, nueve meses encontrar la voces que estarían ahí, el silbido que entra y sale cuando aparece Elisa. La composición me llevó un rato. La grabamos en abril en Londres y fue la tercera vez en 10 películas y es la tercera vez que asisto a la grabación de un tema para una de mis películas.

Sobre La forma del Agua y su visión como mexicano y su relación amor-odio con Estados Unidos explicó:

Si hay algo de mexicano en La Forma del Agua, es la cotidianidad del monstruo. Si alguien que no es latinoamericano y se acerca a una historia de amor que incluye amor físico, lo encontrara no posible. Es algo no anglo, y habla completamente de la relación que tenemos los hispanos con la figura de los fantasmas, las leyendas, con lo mágico.

Sobre los premios que se ganan en festivales confesó:

Lo que aprendes con los kilos es que los premios son importantes cuando los ganas y no tan importantes cuando no te los dan. Para mí el premio principal es que exista la película. Yo soy un devoto a un género que maneja de manera poco convencional lo fantástico. Es un género que conlleva expectativas. Buenas expectativas y la responsabilidad es generar empatía con el público.

En la presentación de La Forma del Agua, explicó a detalle como se le dio forma a esta criatura marina a la que optó por dejarla sin nombre:

El diseño de la criatura nos llevó tres años. Trabajaba junto al escultor. Por ejemplo el diseño de los ojos. Nos pasó que en una prueba nos dimos cuenta que si los ojos quedaban juntos no parecía inteligente, si quedaban separados parecía alienígena, si quedaban muy rectos parecía indiferente, si los bajaba parecía enojado, entonces tienes que encontrar su personalidad. En la película la codificación de color está muy cuidada. El mundo de Sally y la criatura está codificado en azules y colores fríos para simular agua. El departamento de ella está lleno de humedades y parece siempre de noche. El departamento de al lado, el de Giles está lleno de luz, siempre es de día, son tonos cálidos. El color verde está designado para representar al futuro: las gelatinas, el coche. El rojo al amor, al cine y al dolor. Hay un papel tapiz que te recuerda a las escamas de la criatura. En el departamento de Elisa hay una mancha que reprodujimos con humedad que está inspirado en un famoso grabado que es la ola gigante de Okinawa, un grabado japonés. El monstruo está diseñado tomando en cuenta los grabados japoneses, un que se llama “La gran carpa”. La estética no surge separada del contenido, la estética es parte de la historia. Los trajes del villano fueron hechos a la medida porque esta película porque pensé en contrastes. En una película de la década de los años 50, el villano hubiera sido el héroes, y la criatura el mal que debe combatirse. La vestimenta te dice cómo son los personajes. La clave de una estética es que venga del contenido. Cuando te enamoras el otro te recuerda algo esencial en ti. Después de lo que te enamoras es de las diferencias.

Dejó claro también que cuando confía en un proyecto es capaz de entregarse de lleno a pesar de sí mismo y de involucrar a las mentes más brillantes para darle vida a su idea y elaborar un guión, es entonces, y sólo entonces que se aventura a acercarse a alguna productora, concluyó el cineasta:

Para mí el cine ideal es el más íntimo, y ese puede suceder en una escala grande o una pequeña. Por ejemplo, La Forma del Agua se hizo en una escala mucho menor, costo cuatro veces menos que La Cumbre Escarlata, para que aquella película recuperara su inversión tuvo que venderse como una película de terror, y no era, era un romance gótico rarísimo, y me hubiera gustado hacerla menos de lo que la vendieron. Lo importante era situar un tiempo pasado como parábola del tiempo actual. La parábola.

La Forma del Agua, que se estrenará en Enero enero de 2018 oficialmente en México, está ambientada en un laboratorio secreto donde el ejército estadounidense mantiene cautivo a una criatura capturada en el Amazonas, una mezcla de hombre y anfibio con quien la protagonista, una mujer de la limpieza, vivirá una relación pasional.

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