¿Game of Thrones copió a Warcraft o al revés? Descúbrelo por ti mismo

En la ficción siempre suelen haber semejanzas, a veces son plagios deliberados, otras veces influencias u homenajes, y otras veces meras coincidencias. Qué sería de La Biblia sin sus plagios crasos de los poemas de amor del antiguo Egipto o los relatos sumerios y otras lindezas que tomaron para crear su propia mitología. En el desarrollo de una obra literaria o cinematográfica influye todo tipo de información. Es imposible crear algo a partir de la nada, así que siempre habrá un antecedente, y la obra que creamos más original, podría dejar de parecerlo mientras más conocemos el contexto en el que fue creada. En esta ocasión las coincidencias son demasiadas como para pasarse por alto: los últimos dos episodios de Game of Thrones - 98% y cierta historia del universo de Warcraft, la famosa serie de videojuegos.

Después de la transmisión del capítulo 6 de la séptima temporada de Game of Thrones, José Luis Leguízamo publicó en códigoespagueti.com un artículo notando la semejanza entre varios elementos de la serie de HBO y la franquicia de Blizzard Entertainment. No deberíamos asegurar que se trata de plagio en ninguno de los dos casos, pero sí es interesante señalar estas “coincidencias”.

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Game of Thrones y Warcraft son dos fenómenos de la cultura popular surgidos en la década de 1990. La primera novela de Canción de hielo y fuego, de George R.R. Martin , fue publicada en 1996, y el primer videojuego de Warcraft en 1994. Sin embargo, la novela fantástica era bastante extensa y planteaba un mundo enorme, mientras que Warcraft comenzó con una historia bastante simple y expandió su mitología en su secuela, pero el paso más grande se dio con la llegada de Warcraft III: Reign of Chaos y su expansión Warcraft III: The Frozen Throne, y continuó creciendo cuando llegó World of Warcraft.

En los últimos dos capítulos de Game of Thrones, hemos visto a los Caminantes Blancos y a su ejército de muertos vivientes venir del helado norte con sus brillantes ojos azules, situación parecida a la de Warcraft, donde el Rey Lich habita en el lejano y helado norte, desde donde comanda un inmenso ejército de muertos vivientes que no para de crecer. ¿Mera coincidencia? Estas semejanzas aumentan cuando el Rey de la Noche asesina al dragón Viserion y lo regresa a la vida ahora como parte de su ejército. Eso lo acerca bastante al Rey Lich, que en la cinemática introductoria de la segunda expansión de World of Warcraft, Wrath of the Lich King, despierta a su dragona Sindragosa, convertida en una pieza más de su ejército.

José Luis Leguízamo también menciona (tal vez como una curiosidad o una broma) el parecido entre los nombres Lich King y Night King, ambos son reyes y tienen un ejército de muertos vivientes a su merced, además del poder para levantar a los muertos y volverlos sus esclavos. El brillo azul en los ojos también es algo que comparten ambos. Aquí pueden ver en el último capítulo de Game of Thrones cómo el Rey de la Noche utiliza a Viserion para destruir el Muro que protegió Westeros por miles de años. (Momento... ya vieron el capítulo, ¿cierto?

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Dado que en el año 2000 George R.R. Martin apenas había publicado Tormenta de espadas, la tercera novela de su saga Canción de hielo y fuego, es improbable que Blizzard haya plagiado a esta historia para sus muertos vivientes provenientes del lejano norte. La cinemática de Wrath of the Lich King es de 2008, pero los dragones cadavéricos del Rey Lich ya habían aparecido desde mucho antes. ¿David Benioff y D.B. Weiss se inspiraron de alguna manera en este videojuego para lo último que hemos visto en Game of Thrones? La suspicacia podrá definirlo mejor. Finalmente, no es algo realmente malo si se ejecuta bien. Y en el caso de Juego de Tronos, las cosas pintan para obtener una mención honorífica por su excelente desempeño narrativo. Se han ganado el derecho a copiar.

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