Goblin: melodía para una pesadilla

La música juega un papel importante a la hora de plasmar el relato de terror en la pantalla. Este rol puede ser ninguneado, subestimado o relegado a composiciones de violines estridentes que difícilmente logran crear una atmósfera en cintas mediocres. El compositor y director que logran entender el rol que juega la música, incluso la ausencia de la misma, serán capaces de dotar a la narrativa de una cinta de horror del coro adecuado para remarcar los acontecimientos en pantalla.

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El director de culto Dario Argento tenía muy claro el papel que desempeñaba la música en el cine. Desde su primer largometraje Argento no titubeó en rodearse de talentosos músicos para que ayudaran a dar vida a sus historias. Al principio colaboró con Ennio Morricone, quien compuso la música de su trilogía de los animales, sus primeras 3 cintas como realizador.

Sin embargo, para Rojo Profundo - 95% Argento tuvo conflictos con su nuevo compositor, así que optó por dar la oportunidad a un grupo de rock progresivo que había cambiado ya varias veces de nombre. De Oliver pasaron a Cherry Five y eventualmente se quedarían con el mote Goblin. El grupo compuso para Argento la música de Rojo Profundo - 95% y Suspiria - 90% y con ella saltaría a la fama y éxito internacional. En su natal Italia harían la música de la versión europea de El Amanecer de los Muertos Vivientes - 92% de George A. Romero.

Goblin había sido fundada por Claudio Simonetti (teclados), Masimo Morante (guitarra) y Fabio Pignatelli (bajo) y lograrían conjurar un sonido genuinamente infernal, en el mejor de los sentidos. Sus composiciones llenas de sonidos propios de alguna catacumba del inframundo inyectaban una energía demoniaca inquietante a las cintas de Argento. La influencia de la banda sonora de Rojo Profundo es tal, que incluso se puede percibir en el tema de Halloween compuesto por John Carpenter.

Así como la carrera de Argento, la banda también atravesó su propio ocaso, con diferencias creativas que causaron una división entre sus miembros. Varias reuniones se han dado en años recientes, pero con el cine de género prácticamente desaparecido de las pantallas de cine italianas, las cosas simplemente ya no son iguales. Sin embargo, las pesadillescas notas que definieron la identidad de los clásicos de Argento perduran y serán influencia en futuras generaciones de compositores y cineastas.

El (innecesario) remake de Suspiria contará con Thom Yorke como el compositor de la banda sonora. Definitivamente un músico con un estilo totalmente opuesto al de Goblin, lo cual sólo confirma que este remake existirá en el extremo opuesto de la original. Faltará ver si resulta para bien o para mal de esta nueva versión.