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CINE CLUB TOMATAZOS: 20,000 Leagues Under the Sea (1916)

La primera adaptación cinematográfica del clásico de Julio Verne, el filme mudo de 1916 de Stuart Paton que grabó las primeras secuencias bajo el mar.

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por

Verónica Sánchez {"src_avatar":"https:\/\/cl2.buscafs.com\/www.tomatazos.com\/public\/uploads\/images\/113391\/113391_64x64.jpg","nickname":"Sanmarin","user_name":"Ver\u00f3nica S\u00e1nchez","user_link":"\/usuario\/Sanmarin","posts":406,"theme":"default","cover":false,"status":true} 2017-04-04

En 1916, Stuart Paton llevó la celuloide la primera adaptación cinematográfica de 20,000 Leagues Under the Sea (20,000 Leagues Under the Sea, 1970) el clásico de aventuras y ciencia ficción de Julio Verne. El resultado fue un filme mudo arriesgado que filmó las primeras secuencias bajo el mar nunca antes vistos en la pantalla grande, y echó mano de distintas técnicas consideradas después de las de Georges Méliès en Viaje a la Luna - 100% como las más innovadoras en cuanto a efectos especiales.

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20,000 Leagues Under the Sea es un filme que impresiona por su acabado casi documental. La historia está ambientada en la segunda mitad del siglo XIX, y en esa época la desaparición de numerosos barcos sin una explicación clara hace que navegar los mares ya no sea seguro. Los datos señalan a un monstruo marino, más grande que una ballena, dotado de una gran velocidad, potencia y que se torna, a veces, fosforescente. Una expedición que incluye al profesor Arronax (Dan Hanlon), un naturalista, saldrá a la mar a intentar develar el misterio. Pero pronto serán atacados por la bestia y los sobrevivientes serán testigos de algo que no creerían si no lo vieran con sus propios ojos. A bordo de la incomparable embarcación submarina del temerario capitán Nemo (Allen Holubar), desde la que se observan prodigios naturales que pueblan los abismos marinos.

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La magia del cine sigue conservando esos escenarios naturales en blanco y negro, que debieron sobresaltar e inquietar a más de una mirada humana en aquella época. Hay en especial un fragmento que impresiona por su realismo: casi al final de la cinta viajamos con los protagonistas hasta la India y presenciamos la trampa urdida por Charles Denver (William Welsh) para derrocar al que fuera el príncipe Daaker, y a quien ahora conocemos con el nombre de Capitán Nemo. La traición provoca que el pueblo se rebele contra la élite inglesa. Así vemos a un faquir en trance extático rodeado de tambores. La complejidad artística, técnica y emocional de este bloque de seis minutos eclipsa al resto de 20,000 Leagues Under the Sea

Aquí pueden ver completo este clásico del cine y la literatura universal:

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