Las comedias mexicanas más lamentables de los últimos años

El cine mexicano continúa apostando por el género de la comedia y este fin de semana se estrenó Macho, una cinta sobre un diseñador de modas que aparenta ser lo que no es: todo el mundo piensa que es homosexual pero en realidad es un "macho" que se liga a la mayoría de las modelos con las que trabaja. A la película no le ha ido nada bien con la crítica y es que no puede evitar caer en los estereotipos y, al final, no se atreve a presentar un matrimonio entre dos hombres, aún cuando durante sus excesivos 100 minutos de duración desarrolló su relación. Por la llegada a salas de Macho decidimos recordar otras comedias recientes mexicanas que han fracaso rotundamente con la crítica (aunque en muchos casos sí triunfaron en taquilla) y que no han sabido mezclar el éxito comercial con la calidad cinematográfica.

El Tamaño Sí Importa - 17%

El Tamaño Sí Importa es una comedia guarra disfrazada de una fabula en la que dos personajes (Vadhir Derbez y Ximena Ayala) de diferentes clases sociales aprenden a amarse y se separan sólo para volverse en encontrar en público. Si bien manda un mensaje de que las mujeres no deben depender de los hombres, en particular si sus novios son falsos y malagradecidos, el personaje de Derbez se avergüenza del hecho que Vivi es una chica "promedio", prácticamente obligándola a hacer ejercicio e ir a un salón de belleza para mejorar su aspecto físico. Un total fracaso si la pensamos como una "comedia feminista", tal y como fue presentada por sus creadores en el pasado festival de Guanajuato.

El Crímen del Cácaro Gumaro

En el papel esta comedia de Emilio Portes parecía necesaria para el cine mexicano, en un periodo en el que el "cine de arte" nacional triunfa en el extranjero y cada año surgen nuevos festivales cinematográficos. Sin embargo, el resultado quedó lejos de ser una buena parodia del cine "serio", siendo más bien una colección de gags y referencias a la cultura popular con algunas ideas interesantes pero mucho humor juvenil e inmaduro; una versión pobre de un episodio animado de los Looney Tunes.

Fachon Models

Una cinta que ni siquiera es graciosa por las razones incorrectas. Malas actuaciones, una historia de formula, demasiado product placement e incluso un título engañoso (porque no es sobre moda o modelos), hacen de Fachon Models una estafa en todos los sentidos. Quizá lo más lamentable es que trata de justificar la existencia de las malas películas, al decirle a la audiencia que los actores necesitan comer y no siempre pueden realizar sus proyectos soñados.

Eddie Reynolds y Los Ángeles de Acero - 67%

Una colección de clichés sobre una banda de rock. El problema principal es su incapacidad para crear algo memorable que se relacione con la música, ya sea canciones originales o una historia para la banda protagonista. No hay más que algunas referencias a agrupaciones como The Doors y Led Zeppelin, y claro, actuaciones pobres durante todo el metraje.

Cásese quien pueda - 20%

Hace un par de años la actriz Martha Higareda decidió escribir un guión propio y el resultado, una comedia romántica estrenada el Día de San Valentín, presentó una premisa básica y un desarrollo de formula. Además, la cinta es un gran comercial para el estado de Quintana Roo y nunca logra hacer creíbles muchas de las situaciones que obligan a la protagonista (interpretada por la misma Higareda) a terminar en una jungla de dicho estado.

Casi treinta

Como muchas comedias mexicanas recientes, Casi treinta tiene personajes de dinero como protagonistas; como cualquier rom-com, la formula que sigue es la de dos personas que se enamoran, luego se separan y finalmente se reúnen. El problema es que es imposible simpatizar con alguno de los protagonistas e incluso se torna un tanto misógina.

No se aceptan devoluciones - 55%

El debut de Eugenio Derbez como director es tan ridícula como cualquier cinta reciente de Adam Sandler, con el humor más simplista posible. También trata de ser una cinta "profunda" sobre padres e hijos, pérdida y la vida misma. El resultado: una mezcla de géneros que fracasa en su intento de hacernos reír y también de conmovernos.

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