Clare Weisskopf y Nicolas van Hemelryck nos llevan a la pantalla grande un documental lleno de drama en donde se retrata la relación que existe a lo largo de una tragedia familiar, pues después de una larga travesía, resignación y autodescubrimiento, los personajes principales buscarán tener una vida mucho más sana de la que han estado acostumbrados toda su vida. Después de perder a su hija mayor tras la tragedia de Armero y de caer en una profunda depresión y desolación, Valerie, una mujer de mediana edad está cansada de cargar con la mayor de las penas a las que se enfrentaría una madre y buscando poder superarlo, Val toma una decisión bastante radical: dejar su hogar y a su familia y escapar para vivir en la selva colombiana, viaje que sin duda alguna le ayudó a encontrarse a sí misma y a superar el dolor de su corazón en su vida pasada, un cambio que también causó dolores y rupturas dentro de su familia, pues abandonó a sus otros dos hijos. Clare Weisskopf, quien es la directora de este documental y resulta ser la hija de Val, tenía solo once años cuando ella los dejó, dejando a toda la familia llena de dudas y en completo abandono. Sin embargo, a pesar del dolor, ahora es adulta y está embarazada, a punto de concebir a su propia criatura. Ella pretende encontrar a su madre para confrontarla y así poder hacerle las preguntas cuya respuesta ha ansiado durante casi toda su vida para poder sanar las heridas de una familia destrozada y explorar la línea que separa a la libertad de la responsabilidad y poder definir el verdadero significado de ser una buena madre. Sin duda alguna una película llena de reflexión en cuanto a la importancia de la familia y del amor propio. Clare Weisskopf y Nicolas Hamelryck logran crear un documental profundo lleno de respuestas.

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