El año pasado el director mexicano, Guillermo del Toro, dio una gran sorpresa al mundo e hizo historia cuando ganó el León de Oro del Festival de Internacional de Cine de Venecia por su película La Forma Del Agua - 92%. Debido a este honor, este año del Toro presidió el jurado del Festival (el cual también ganó otro mexicano, por cierto, Alfonso Cuarón, por Roma - 99%).
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Ahora después de una ardua labor concluida, el tapatío pudo regresar a su casa, sentarse en su sillón favorito, contemplar una que otra pieza monstruosa, de las muchas que adornan su hogar, buscar el control remoto adecuadamente en el taburete de la derecha y así encender la pantalla. Entonces, como cualquiera lo hemos hecho, habrá notado cuán avanzada estaba la nueva temporada de Better Call Saul - 97%, el spin-off de Breaking Bad - 100% protagonizado por Bob Odenkirk y que se encuentra en medio de su cuarta entrega.
En la serie original, cuya batuta llevaba Bryan Cranston, Odernkirk era conocido como el mañoso abogado Saul Goodman, conocido por ayudar a personas de dudosa moralidad a esquivar los intersticios de la ley. Better Call Saul nos presenta la vida de Goodman antes de ser este escurridizo abogado, antes de construir a este personaje, cuando su moral todavía tenía cierta esperanza de ser restaurada, cuando era conocido como Jimmy McGill.
El director que también obtuvo el Óscar a mejor director a principios de 2018, decidió tomarse un receso mientras avanzaba en los capítulos que se había perdido. Durante este lapso se cruzó en su camino su smartphone, donde el director que afanosamente comparte sus gustos de cine, cómics, series y demás, aprovechó para alabar las virtudes de esta serie e incluso declaró, le gusta más que la original:
Una pequeña reflexión a raíz de la nueva temporada de Better Call Saul: Me gusta más que Breaking Bad, no es por llevar la contraria, pero sí porque las apuestas evidentes se ven más pequeñas, pero la caída moral me parece más profunda, más conmovedora...
A small reflection in the middle of BETTER CALL SAUL's new seasson: I like it even more than BB, not to be a contrarian but because the evident stakes seem smaller but the moral downfall strike me as deeper, more poignant... pic.twitter.com/DGIJg7MLL0
— Guillermo del Toro (@RealGDT) September 22, 2018
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Para del Toro la diferencia está en la sutileza de la transformación, mientras el personaje de Cranston sufre una transformación total de su yo en el transcurso de la serie, para Goodman el cambio es más sutil, más doloroso y aunque no lo parezca, más demoledor:
Con Walter White (que se vuelve Negro) estás buscando una caída/transformación masiva. Better Call Saul te toma de la mano y te lleva del cómo Jimmy se convierte en Saul Goodman (sin nada bueno en él), en caídas más pequeñas y dolorosas.
With Walter White (who turns Black) you were tracking a massive downfall/transformation. BCS takes you by the hand as Jimmy becomes Saul Goodman (No Good in him) in small painful tumbles.
— Guillermo del Toro (@RealGDT) September 22, 2018
Entonces para el cineasta, la sencillez, la estoica pronunciación del desarrollo de la trama se resuelve en un punto clave, o debería decir, en un personaje fundamental, que aunque no se ha desvelado todavía el cómo, sabemos será el punto de quiebre final para Jimmy que lo llevará a convertirse en Goodman y dejar su vieja vida atrás:
¡Kim es la clave!
Kim is the key!
— Guillermo del Toro (@RealGDT) September 22, 2018
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