Star Wars: Los Últimos Jedi - 91% logró ser una de las películas de Star Wars mejor calificadas por la crítica y se posicionó en el puesto 9 de las cintas más taquilleras de la historia, con US$1,331.6 millones recaudados en todo el mundo. Lamentablemente esa cifra quedó por debajo de lo esperado, y una de las razones que se pueden encontrar para entenderlo es que hubo una gran cantidad de fanáticos decepcionados por la forma en la que el director Rian Johnson abordó a los personajes y la historia.
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Una de las múltiples razones para el rechazo generalizado de los fans fue que la protagonista, Rey (Daisy Ridley), no entrenara con Luke Skywalker (Mark Hamill) pero más tarde se luciera como una peleadora muy hábil. Cuando se estrenó Star Wars: El Despertar de la Fuerza - 92%, la nueva protagonista fue calificada como una Mary Sue, un personaje con un exceso de cualidades y al que casi todo le sale bien, y aunque se esperaba que la secuela cambiara ese aspecto, pareció reforzarlo.
Una de las escenas favoritas de Star Wars: Los Últimos Jedi para los fans fue la del combate de Kylo Ren (Adam Driver) y Rey contra los guardias de élite de Snoke, sin embargo esa escena también resulta inexplicable: la chica inexperta con escasa experiencia usando un sable láser logró pelear casi al mismo nivel que Kylo contra los guerreros samuráis espaciales. Pueden ver dicha escena aquí mismo:
Esto parece ser una de las múltiples incoherencias de la trama, pero resulta que la versión novelada de la cinta revela algo mucho más consistente: cuando Snoke crea un vínculo entre Kylo y Rey, éstos tienen una conexión tan profunda que ella llega a ser “entrenada” como si compartieran la misma experiencia. La novela escrita por Jason Fry dice lo siguiente (vía Screen Rant):
Kylo se había retirado al encontrar a Rey en su cabeza, prácticamente había huido de ella. Pero ese no había sido el final de esa extraña y repentina conexión. Ella había visto más, mucho más. De alguna manera, casi instintivamente, ella sabía cómo accedía a algunos de los poderes bajo su mando, aunque ella no los entendía. Era como si su entrenamiento se hubiera convertido en el suyo, desbloqueando y abriéndole puerta tras puerta en su mente.
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Hasta ahí parece haber una razón con coherencia para entender las habilidades marciales de Rey (más allá de saber pelear con un palo en su planeta natal). En El Despertar de la Fuerza también tienen un breve duelo de sables láser, pero como Kylo fue herido por Chewbacca era mucho más creíble. Sin embargo había otra explicación que vuelve a aparecer aquí: Rey es un instrumento de la Fuerza, pues esto es lo que piensa durante el combate en el trono:
Ella no podía dirigir la Fuerza lo suficientemente bien para durar mucho tiempo contra tres guerreros de élite en armadura resistente a sables de luz. Pero ella podía dejar que [la Fuerza] la dirigiera, permitirle convertirla en su instrumento.
De esta manera se justifica con coherencia el que una chica pueda equipararse a un poderoso aprendiz de Jedi que fue entrenado por Luke Skywalker y por el despiadado Líder Snoke.
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