Elle Fanning y Michael Caine no volverán a trabajar con Woody Allen

La cacería de brujas en contra de Woody Allen continúa por parte de Hollywood. El cineasta ha sido acusado una vez más por su hija Dylan Farrow de abuso sexual, a pesar de que hace años hubo un proceso judicial en el que varios psicólogos y abogados concluyeron que Allen en ningún momento atacó sexualmente a Dylan. Sin embargo, Hollywood no necesita pruebas cuando se trata de la corte pública. Varios actores han dicho en meses recientes estar arrepentidos de haber trabajado con el director. Su más reciente cinta, A Rainy Day in New York, está en el limbo debido a todo este escándalo mediático y Amazon busca ya la manera de terminar su contrato con Allen. Luego de que Timothée Chalamet renegara de haber actuado para el director, ahora es Elle Fanning, también parte del elenco de la cinta, quien ha negado al director y ha pedido disculpas por aparecer en su más reciente cinta.

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El sitio Film News UK reportó que la actriz fue cuestionada durante su visita al festival SXSW, donde promueve su nueva cinta Galveston, respecto a su decisión de aparecer en la nueva cinta de Allen. La pregunta tomó por sorpresa a la actriz, pero inmediatamente mencionó que esperaba no haber ofendido a nadie con su decisión de actuar con "cierto director" y además recalcó que apoya las causas en favor de la mujer, como #MeToo, a la cual la actriz donó dinero para el fondo legal de ayuda que opera la organización en pro de víctimas de abuso.

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Fanning no prometió que no volvería a trabajar con el director, como algunos colegas, pero sin duda se ve difícil que la intérprete de 19 años vuelva a colaborar con el cineasta, cuya carrera se encuentra en la cuerda floja ante las acusaciones de su hija. En A Rainy Day in New York Fanning interpreta a una joven de 15 años que tiene una relación con un hombre mayor, interpretado por Jude Law. Esta premisa ha causado conmoción en varios críticos, aunque curiosamente, nadie comentó este tipo de trama con Llámame Por Tu Nombre - 97%, en la cual un hombre mayor y un joven menor de edad tienen una relación íntima.

Michael Caine fue otro que declaró estar arrepentido de trabajar con Allen, a pesar de que su actuación en Hannah y Sus Hermanas - 93% le dio un Óscar como mejor actor de reparto. Las cosas siguen mal y de malas para el director y es que luego de que el escándalo de Harvey Weinstein explotara, Allen se convirtió en el nuevo enemigo público número uno de Hollywood. Su hija continúa en un tour de medios, en cuyas entrevistas acusa una y otra vez a su padre, sin importar que todo el proceso legal fue resuelto a favor del director a inicios de los 90. Allen señala que su expareja programó a su hija para convencerla de cosas que no ocurrieron. A pesar de que la ley está a favor de Allen, Hollywood ya no lo está y eso significa que los proyectos del director ya no podrán proceder en dicha industria. Quizá no le quede otra opción que trasladarse a Europa para filmar con actores del Viejo Continente. En Francia el movimiento #MeToo no es bien visto y varios artistas e intelectuales europeos lo han denunciado como una cacería de brujas puritana. Esto irritó a la mayoría moral de Hollywood y es que la idea de que alguien los contradiga no les sienta bien.

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