Disney: Patty Jenkins, James Gunn, y los grandes despidos en años recientes

El 20 de julio del 2018, The Walt Disney Company publicó un comunicado en que se deslindaban de toda relación con el director James Gunn para futuros proyectos, incluyendo Guardianes de la Galaxia Vol. 3. Esto sucedió a raíz de que una serie de tuits hechos hace diez años por el cineasta, en los que usaba temas delicados como la pedofilia y las violaciones, como chascarrillos, fue desenterrada por personalidades de ultra derecha.

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Las actitudes y declaraciones ofensivas descubiertas en el Twitter de James son indefendibles e inconsistentes con los valores de nuestro estudio, y hemos cortado nuestra relación comercial con él.

Comunicó Alan Horn, director de Walt Disney Studios, negándose a hacer declaraciones posteriores y dejando el futuro de la franquicia de Guardianes de la Galaxia, a la fecha, incierto. Desde entonces no hay día en que el nombre de James Gunn, de una manera u otra, salga a relucir en los medios o como tema de discusión en las redes sociales, donde unos están a favor de la decisión de Disney y otros piden su reinstauración como director.

A través de comentarios por parte de fuentes cercanas a Disney se ha revelado que es casi imposible que se le regrese a James su trabajo, siendo que con la polémica actual que está viviendo Hollywood con movimientos como #MeToo, sería un movimiento arriesgado que pondría a la compañía en tela de juicio. Es una postura comprensible y en recientes días ha sido más la insistencia por parte de terceros para que por lo menos se utilice el guión que Gunn entregó completo, es decir, que se mantenga en esencia su visión para el proyecto.

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Este no ha sido el único despido notorio que ha hecho Disney a directores en años recientes, sobre todo en proyectos ambiciosos que eventualmente sí lograron llegar a cines, pero en otras manos, lo que probablemente sea el futuro de Guardianes de la Galaxia Vol. 3.

Patty Jenkins

En octubre del 2011, Jenkins, quien entonces sólo era reconocida por su elogiada película Monster: Asesina en Serie - 82% que le valió a Charlize Theron el Oscar a Mejor Actriz, fue contratada para dirigir Thor: Un mundo Oscuro - 66%, la secuela de la exitosa película en solitario del dios asgardiano. Cuatro meses después, se reportó que la realizadora había abandonado el proyecto debido a “diferencias creativas”.

The Hollywood Reporter habló con una fuente cercana a la producción en el momento del despido de Jenkins, y reveló que en Marvel estaban preocupados porque la directora no se estaba moviendo con suficiente fuerza en sus decisiones y temieron que, de seguir así, la película podría no llegar a cines en la fecha que ya habían prometido. Cuando la separación de Jenkins con el proyecto se hizo pública, el comunicado del estudio fue que ella había demostrado “una falta de claridad general en sus elecciones” y que, a pesar de todo, su partida de la película había sido una resolución amistosa.

Un buen tiempo después, en una entrevista para BuzzFeed, la directora habló de los planes que tenía para Thor de haber seguido con el proyecto. Lo que Jenkins tenía era una visión bastante shakesperiana.

Les dije que quería hacer Romeo y Julieta. Quería que Jane estuviera atrapada en la Tierra, y Thor atrapado en donde estaba. Thor tendría prohibido venir y salvar a Jane porque la Tierra no importaba. Finalmente, vendría a salvar a la Tierra, para terminar descubriendo que Malekith escondía la energía oscura en el planeta, porque conocía la poca estima de Odín por este mundo, y de esta manera usaba a su favor el desinterés de Odín.

Dijo, para agregar que al final entendió que la historia que los ejecutivos deseaban, no concordaba con la que ella había ideado sobre un gran Thor.

De haber continuado con el proyecto, Marvel hubiera sido pionero en tener a una mujer como directora de una película de tal magnitud, lo que eventualmente pasó con DC y el tremendo triunfo de Mujer Maravilla - 92%. Eventualmente Thor: Un Mundo Oscuro pasó a manos de Alan Taylor y fue estrenada en octubre del año 2013, recibiendo opiniones mixtas de los críticos.

Edgar Wright

El caso de Wright con Ant-Man: El Hombre Hormiga - 81%, fue diferente a esos de Gunn y Jenkins en el sentido de que más que un despido, comenzó como un remplazo por debajo de la mesa.

Es sabido que durante años, tanto Wright como Marvel estuvieron emocionados con la idea de hacer una película de Ant-Man colectivamente y, eventualmente, el proyecto se puso en primeros pasos en el 2003 con un guión que Wright escribió con su colaborador Joe Cornish . En el 2006 se anunció que sería el mismo Wright quien se encargaría de dirigir la película y se comenzó a buscar al protagonista, al tiempo que se comenzaba a generar ruido sobre este proyecto, que prometía ser como nada que Marvel hubiera hecho antes.

Se hicieron pruebas de cámara y se siguieron escribiendo nuevos tratamientos del guión, hasta que llegó un punto en que se contrató a alguien para que hiciera una nueva reescritura sin incluir ni a Wright ni a Cornish. En mayo del 2014, se anunció que Wright dejaba el proyecto y que Marvel avanzaría con la película con el director Peyton Reed.

Por mucho tiempo, Wright se negó a comentar sobre el tema, hasta que en 2017, mientras promovía Baby - El Aprendiz del Crimen - 93%, explicó a Variety la verdadera razón de su partida de Ant-Man:

Creo que la respuesta más diplomática es que aunque yo quería hacer una película de Marvel, no creo que ellos realmente quisieran hacer una película de Edgar Wright. Fue una decisión realmente desgarradora tener que alejarme después de haber trabajado en ella durante tanto tiempo. A Joe Cornish y a mí nos dicen cosas como: 'Oh, han estado trabajando en eso durante ocho años' y aunque en parte era cierto, durante ese tiempo yo ya había hecho tres películas, así que no es como si estuviera trabajando en eso a tiempo completo.

A pesar de que tanto Cornish como Wright mantuvieron su crédito como guionistas de la película, se especula que el resultado no se parece en nada a lo que se había planeado cuando se sentaron a escribir el primer tratamiento.

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Phil Lord y Christopher Miller

Luego de mucha especulación sobre una posible historia en solitario de Han Solo, finalmente el director ejecutivo de Disney, Bob Iger, confirmó que se estaba desarrollando una precuela con un joven Han como protagonista, escrita por Jon Kasdan y Lawrence Kasdan . En el 2015 se anunció que los elegidos para dirigir el ambicioso proyecto eran Phil Lord y Christopher Miller, que habían ganado reconocimiento con La Gran Aventura Lego - 96%.

El rodaje comenzó en enero del 2017, pero para finales de junio del mismo año se anunció que Lord y Miller habían sido despedidos del proyecto debido a “diferencias creativas”. No mucho después de confirmó que Ron Howard tomaría el puesto de director, y finalmente fue él quien concluyó la filmación y quien aparece con el crédito correspondiente.

Posteriormente, Vulture publicó un texto en donde un actor, que pidió permanecer anónimo en la publicación, explicó que aunque Lord y Miller son buenos directores, no estaban listos para tomar las riendas de algo tan grande como una película de Star Wars. Entre que el dúo estaba moviéndose hacia una dirección más cercana a la comedia y que para cada escena hacían alrededor de treinta tomas, lo que finalmente terminó por colmar el vaso de Disney fue el hecho de que alentaban a los actores a improvisar demasiado y eventualmente lo que se estaba filmando no coincidía más con el guión de los Kasdan.

Aunque en un principio la idea era que Howard sólo se encargara de corregir algunas secuencias y cerrar al proyecto, al que se calculaba no le faltaban más de tres semanas de rodaje, al final se decidió darle rienda más suelta al nuevo director y la filmación se extendió cuatro meses, lo que, según informó Resistance Broadcast, significó volver a filmar un 80% de la película. Evidentemente, el costo de producción se vio duplicado en consecuencia de esto.

Han Solo: Una Historia de Star Wars - 56% tuvo su estreno internacional en mayo del 2018 y, a pesar de que se sostiene que Howard salvó la producción, la película fue un fracaso en taquilla, con pérdidas que ascendieron a los US$80 millones.

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