El Cinco de Mayo en el cine, y por qué se celebra esta fecha

Desde hace tiempo está de moda una tendencia pseudo desmitificadora de la historia que se vende como la Verdad, pero que lo único que hace realmente es invertir los papeles de héroe / villano y buenos / malos; y muchas veces con una falta de perspectiva histórica soberbia, convencen por montones a los ingenuos ávidos de teorías de conspiración. Este tipo de ideas no ayudan en nada a una mejor comprensión de la historia nacional, mucho más compleja que la historia oficial de héroes y villanos que se enseñaba antes, y que la versión invertida de héroes y villanos que venden estos “desmitificadores”.

A pesar de los memes y de la información engañosa que publican estas personas, el 5 de mayo es una fecha importante en la historia de México, pues el ejército mexicano, compuesto en esa ocasión por 2000 soldados y 2700 civiles armados, derrotó a las fuerzas francesas, que superaban en número y en experiencia a las mexicanas, pues eran consideradas de las más experimentadas de todo el mundo. El general Ferdinand Letrille, conde de Lorencez había informado a Napoleón III que conquistaría México rápidamente porque su ejército era “superior de raza, de organización, de disciplina, moralidad y elevación de sentimientos”.

Mientras que del lado mexicano, el general Ignacio Zaragoza, escribió al presidente Benito Juárez tras el triunfo: “Las armas nacionales se han cubierto de gloria. Las tropas francesas se portaron con valor en el combate y su jefe con soberbia, necedad y torpeza”.

Algunos de los personajes que mencionábamos al inicio han querido demeritar este hecho, argumentando que se ganó una batalla pero se perdió la guerra el año siguiente cuando fue invadido el país. Por supuesto, tanto se perdió la guerra que actualmente somos un protectorado francés… (es sarcasmo, por si no fui claro). Otra de sus alegaciones es que la batalla no fue contra un ejército sino contra una avanzada, en este punto sólo me queda repetir los números: menos de 5 mil mexicanos contra más de 6 mil franceses bien preparados. Y por último, citando al historiador Pedro Salmerón, quien se ha encargado de refutar y revelar las mentiras de estos “falsificadores de la historia”, un argumento que sólo demuestra el malinchismo imperante y el mal concepto que pueden tener algunos mexicanos de sí mismos y de la historia: decir que no hay mérito en la batalla porque se ganó gracias a los errores del enemigo:

¿Que la batalla se ganó por los errores del enemigo, como insisten hasta la saciedad nuestros falsificadores? En parte, por supuesto: como Austerlitz, Stalingrado o casi cualquiera otra.

Y por si queda duda de la importancia de este hecho, Salmerón lo explica también:

Los efectos de la batalla fueron enormes, pues cambiaron mucho la opinión mundial sobre México y la Intervención. En nuestro país, multitudes acogieron la noticia con delirante entusiasmo en las plazas públicas. La pequeña acción de armas del 5 de mayo parecía probar lo que Juárez afirmaba: México existía y era una nación soberana.

Habiendo dejado en claro todo lo anterior, hablemos de cine: Cinco de Mayo, La Batalla, dirigida por Rafa Lara, es una recreación de la batalla de Puebla, protagonizada por Kuno Becker como Ignacio Zaragoza. Tuvo un presupuesto de 80 millones de pesos mexicanos (aproximadamente US$6 millones) y se estrenó en México y Estados Unidos el 3 de mayo de 2013.

La intención es clara, crear una película épica mexicana (algo así como Corazón Valiente - 78% mexicano). El problema es que en esta época de escepticismo sobre la historia nacional (mismo que es aprovechado por los falsificadores para vender sus mentiras), un acercamiento de ese estilo lleva el riesgo de no resultar muy digerible para muchos de los espectadores, que ya tienen suficiente con los héroes de piedra y bronce que han adornado al país desde el siglo pasado. Tal vez parte del escepticismo se debe al modo en que los partidos políticos han utilizado como bandera a los héroes nacionales en su engañosa propaganda, pero lo cierto es que una visión menos maniqueísta e idealizada sería más adecuada para nuestro tiempo, una película con héroes realistas y más matices en los enemigos.

A los realizadores de Cinco de Mayo, La Batalla, hay que reconocerles al menos que tomaron un riesgo al hacerla, en un país donde los géneros más rentables son las comedias y comedias románticas (especialmente donde aparece Eugenio Derbez o Karla Souza), el recrear la batalla y tener extras uniformados como soldados peleando en el lodo, caballos y cañones, es algo no muy común en nuestro cine actual.

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Si hay un defecto que caracterice esta película es la cámara demasiado temblorosa; ni Zack Snyder en El Hombre de Acero - 55% ni Michael Bay en Transformers - 57% (tal vez los ejemplos más claros de este estilo) llevan el cine del caos a este nivel, pues en Cinco de Mayo la cámara está temblando aunque la toma enfoque a unos heridos en recuperación. La película tiene defectos, pero entre tantas comedias románticas se agradece que de vez en cuando se tomen riesgos como este.

Hectordramos escribió en Plusbits Mx:

5 de mayo te puede marear si la ves, no te contagiará de un sentimentalismo patriótico pero te contará una historia que suena coherente y se ve muy bien en términos de arte

Claudia Llaca en Cine Premiere:

Cinco de mayo La batalla tiene a su favor un diseño de producción muy cuidado, excelente caracterización, vestuario y ambientación.

Y Mabel Salinas en En la butaca:

Explosiones estruendosas, caballos doblegados, espadas que colisionan… son pocas las veces que el cine mexicano reúne todos estos elementos de forma creíble para conjugar una película épica, en donde su personaje principal es la guerra, sus penas y glorias.

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