Películas que fueron grandes decepciones

Si bien es cierto que ir al cine es, en buena medida, una cuestión de expectativas de la audiencia, también es cierto que hay franquicias y demás obras fílmicas que no tienen excusas para el fracaso. Ya sea por el talento involucrado en una producción, el legado de anteriores películas o por estar basadas en una obras de culto, hay filmes que lo tienen todo para triunfar, sin embargo, malas decisiones y miopía creativa pueden hacer que hasta el barco cinematográfico más flamante naufrague sin remedio.

El reciente ejemplo es La Vigilante Del Futuro: Ghost In The Shell - 44%, inspirada en la saga cyberpunk de Masamune Shirow . Lo que pudo haber sido un clásico de la ciencia ficción terminó convertido en una mediocre cinta de efectos especiales, un fracaso de taquilla, de crítica e incapaz de hacer algo de provecho con el material. También está la fallida adaptación de Assassin's Creed - 18%, que con La Vigilante Del Futuro: Ghost In The Shell son solo la punta del iceberg de lo que ocurre cuando Hollywood no sabe lo que hace. Los siguientes ejemplos ponen en evidencia la fragilidad de la maquinaria de los grandes estudios, donde la toma de decisiones recae no en gente que sabe de cine, sino en ejecutivos con una visión impersonal que no pueden dejar de subestimar al espectador.

Star Wars: Episodio I - La Amenaza Fantasma - 55%

El ejemplo básico de cómo hacer mal las cosas con una enorme franquicia de fantasía idolatrada por millones: el capricho de George Lucas por contar, de la peor manera posible, una historia que no necesitaba ser contada. El retorno de la saga fílmica más popular del mundo entregó una historia tediosa y aburrida, habitada por personajes sin personalidad y con motivaciones incomprensibles. No hay un solo momento que despierte un remoto sentido de emoción en el espectador. A pesar de tan notoria ineptitud, la cual seguiría en las siguientes dos entregas, la fuerza realmente acompañó a Star Wars y logró sobrevivir una trilogía tan insípida. Ayuda que el fanatismo hacia la saga de aventuras espaciales es suficientemente fuerte para aguantar malos guiones y horrendas películas.

007 Quantum - 64%

Luego de un excelente reinicio de franquicia con 007: Casino Royale - 95%, parecía que la era de Daniel Craig como Bond iba camino a consolidarse como la mejor. Sin embargo, llegó Quantum y con ello un notorio descalabro para la saga del agente secreto, creación de Ian Fleming. Una trama que claramente no sabe lo que hace, escenas de acción incoherentes, grises, pobremente dirigidas y con una edición no menos inepta. Bond va de una balacera a otra y jamás sentimos que realmente esté en peligro. No hay tensión y la resolución es en extremo agridulce para lo que debió ser una gran continuación a lo establecido por Casino. Skyfall logró componer las cosas, pero este descalabro continuará como la funesta anécdota en la era de Craig. ¿Quieren ver un Bond vengativo bien hecho? Mejor vean 007: Con Licencia Para Matar - 76%.

Sky Captain and the World of Tomorrow

Un homenaje a las novelas y seriales “pulp” de los 40, con un reparto compuesto por Jude Law y Angelina Jolie, además de un Laurence Olivier resucitado por medio de efectos especiales prácticos. Lo que prometía ser una emocionante y sincera carta de amor al entretenimiento de antaño, además de ser una de las primeras cintas filmadas totalmente en digital, acabó como un intento fallido debido a un guion que no supo qué hacer con el material. De nada sirve tener visuales espectaculares si no hay personajes con carisma y personalidad que los apoyen. Un bonito homenaje al pasado, pero que carece de una voz propia.

Tomorrowland: El Mundo del Mañana - 50%

Un caso similar al de Sky Captain: una historia original (algo raro para Disney estos días) con una temática influenciada por la fantasía y ciencia ficción del ayer, aquella que veía el futuro que ahora vivimos con esperanza. También como Sky Captain, tenemos aquí un guion plagado de problemas e incapaz de desarrollar las ideas con todo su potencial. Con el fracaso en taquilla finalizó lo que prometía ser una franquicia con larga vida. El guionista de la serie Lost, Damon Lindelof, es en parte culpable de este desastre, lo cual nos lleva al siguiente ejemplo.

Prometeo - 73%

Alien, así como Terminator, son dos sagas de ciencia ficción que viven de sus glorias del pasado. A estas alturas con ya más tropiezos que logros bajo la manga, ambas franquicias se rehúsan a morir debido al continuo interés de ejecutivos de estudio y audiencias, aun cuando ya no tengan algo relevante que decir. Prometheus era el esperado retorno de Ridley Scott detrás de la saga espacial y el resultado fue un absoluto despropósito gracias a otro guion de Damon Lindelof , atestado de malas decisiones de principio a fin.

El reparto de personajes más torpe que se haya visto en una película del género, escenas sin razón de ser, una historia “origen” que da una explicación hueca e innecesaria, además de una total falta de congruencia que raya en la parodia involuntaria. Lo que presumía ser una cinta especulativa seria y comprometida se convirtió rápidamente en una película de efectos confundida y desorientada. Muchos críticos la alabaron aun cuando ellos mismos sabían que el resultado era en extremo pobre; su respeto por la cinta original de Alien de Scott y su propio fanatismo nubló su juicio severamente. La reseña de Roger Ebert es una clara evidencia de este fanatismo ciego. Mejor crucemos los dedos para que Alien: Covenant no sea más de lo mismo.

Las secuelas de Matrix

En 2003 parecía no haber duda de que Matrix - 87% se convertiría en la franquicia dominante en el cine, por encima de cualquier saga de Star Wars, Harry Potter y La Piedra Filosofal - 80% o El Señor de los Anillos - 50%. La original había sorprendido a propios y extraños en 1999 y sus secuelas se perfilaban para hacer lo mismo. La realidad fue exceso gris, dos cintas que se hundían ante el peso de sus pretensiones, diálogos risibles y secuencias de acción redundantes. A pesar de la bonanza económica y críticas mixtas, la saga desapareció del radar de forma permanente. Solo ahora Warner desea revivirla, pero no se ve cómo pueda funcionar algo que ni sus creadores supieron continuar.

Batman vs Superman: El Origen de la Justicia - 27%

A estas alturas hablar de esta cinta es caer en lo que los estadounidenses llaman “beating a dead horse”, lo cual se traduce como insistir en un tema que ya dio todo lo que tenía que dar. Sin embargo, el texto no estaría completo sin mencionar el absoluto desastre que fue este irritante licuado de efectos especiales, combinado con un espantoso guion —después de todo, había muchas expectativas al respecto—. La lista de problemas es larga: dos personajes con nulo desarrollo o dejo de humanidad, sin verdaderas motivaciones para pelear, ambos reducidos a chamacos broncudos con capas. Los dos personajes se comportan exactamente igual cuando se supone que el contraste de sus personalidades era lo que hacía su enfrentamiento algo intrigante.

El detective más inteligente del mundo no puede ni molestarse en investigar quién le manda misteriosos sobres, el dios de otro planeta no puede detectar una bomba en un edificio, un villano con un plan que carece de sentido, una amazona que busca una foto mal photoshopeada de ella. Lo peor es que esto sigue y sigue durante más de 2 horas, todo bañado por tonos monocromáticos y secuencias de acción planas y carentes de vida. El guion se convierte en una brújula descompuesta y la cámara de Snyder en un instrumento de tortura dirigido a la audiencia. Uno de los ejemplos más nefastos de un Hollywood descarrilado en una ceguera creativa que se antoja ya crónica.

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